La serie de obras presentadas son la representación poética de
una leve laceración, una pequeña herida que es boca de entrada
del mundo exterior en la intimidad sensorial. Cuando el acceso a los diferentes espacios de confort están vetados, cuando a ambos lados del individuo se levantan largas alambradas de difícil franqueo, el espacio intermedio es estrecho y asfixiante.
La representación planteada es la consecuencia de la
imposibilidad de escapar de un lugar ficticio, pero no por ello irreal, asignado y no escogido. Es la combinación entre la diversión de la ausencia de categoría, y por lo tanto la ausencia de normas de lo esperable y la ansiedad de la opresión. La obra planteada es el morbo del asesinato y al mismo tiempo la lamentación ante el dolor de la muerte. El aburrimiento de la norma contrapuesto al confort, a la par que la violencia de la represión orquestada desde el juego.